sábado, 6 de agosto de 2011

MONTAÑO, EL INICIO DEL TURISMO EN MAZAMITLA

Mis estimados lectores hoy les platicaré sobre el inicio del turismo en Mazamitla. En la glorieta que se encuentra en la entrada del fraccionamiento de los Cazos, podrán apreciar que la avenida lleva el nombre de Eduardo Montaño Sahagún y en una placa frente al hotel que este señor construyo y que fue el primero en Mazamitla, se lee; propulsor del turismo en Mazamitla, yo quise saber más para compartirlo con ustedes, así que entreviste a su sobrino Salvador Montaño E. que hasta hace poco dejó de ser un vecino del pueblo y que acompaño a su tío Balo, en parte de su trabajo tanto en el fraccionamiento de Los Cazos como en el hotel. Salvador es el tercer hijo del hermano de Eduardo Montaño, Jesús Montaño Sahagún, el socio silencioso de Balo como lo conocía la familia. Ambos hermanos ya fallecieron y el hijo mayor de Balo es ahora el administrador de los bienes que dejó el padre del turismo aquí.

Salvador me cuenta qué cuando su padre y tío en los años cincuentas, empezaron a venir al la montaña, a los bosques no los dejaban tirarlos, estaban sangrando a los pinos, sacándoles la resina que es con la cual se fabrica la trementina y el thinner, no había lugares de pastoreo, los terrenos eran inservibles para la gente local. Entonces llegaron los hermanos Montaño y descubrieron estos parajes, la comunidad les consideraban locos, tanto que el señor cura en una misa les dijo a sus feligreses que estaban un par de locos comprando terrenos y que se los vendieran. Ya que no podían explotarlos de ninguna forma. Ellos eligieron Los Cazos porque existían unos cazos de piedra que se encontraban escarbados en el suelo en la zona conocida como el Tepetate, que eran ruinas arqueológicas donde los indios fermentaban una bebida y aun se encuentran en el jardín encantado que es un atractivo turístico en este fraccionamiento en zona boscosa que crearon Balo y Jesús en los años cincuentas.

El hotel fue posterior en los años setentas y que comenzó como un tiempo compartido y de hecho se vendían membrecías en este lugar. Las cabañas de dos pisos que se encuentran en el hotel fueron construidas por Jesús hasta la numero cinco ya que ahora existen más de setenta cabañas con diferentes estilos. Eduardo fue jugado de loco al principio pero era una persona muy trabajadora y un visionario, Jesús era el que hacia que su hermano pusiera los pies en la tierra y por su carácter practico ubicaba a Balo en la realidad. El hiso los caminos y lotificaron junto con el Sr. Daniel Cárdenas Mata que era un carpintero local que aporto muchas ideas. Los hermanos Montaño eran hijos de una pareja de Ocotlán y de Saguayo nacieron en Aguascalientes pero crecieron y criaron a sus familias en la ciudad de Guadalajara, Jalisco.

Al ver que este negocio de fraccionar y de hospedar a turistas funcionaba, varios personajes locales empezaron a también fraccionar y construir hoteles y cabañas. La zona ganadera de Mazamitla en los últimos treinta años se transformo en una zona turística, el 95% de la población hoy en día depende del turismo, aunque este rublo aun no le da abasto a la subsistencia de la población pero le ha sin duda ayudado a ser tomado en cuenta para programas de desarrollo humano. En los primeros años del turismo en el ahora Pueblo Mágico, este era muy diferente, no había luz eléctrica, según Salvador que recuerda esa época, entonces era verdaderamente mágico, el señor cura consiguió una planta de luz eléctrica que funcionaba de la siguiente manera, en Los Cazos, existía un arroyo que se llenaba durante el día una pila de agua, esta a las siete de la noche era vaciada alimentando la planta hidroeléctrica por dos horas y a las nueve se acababa la luz para todo el pueblo, a esa hora todos los locales aprovechaban a planchar, utilizar sus electrodomésticos y ver televisión pero las noches seguían siendo aluzadas por aparatos de petróleo o fogatas.

Hoy Mazamitla cuenta con todos los servicios, televisión por cable, luz eléctrica, drenajes, agua potable, y la cantidad de cabañas estan en los miles, los servicios como restaurantes dan una variedad de menús que puedes saborear de todo durante tu visita, los demás negocios que viven del turismo son muy variados y los he mencionado en mis otros artículos como son las rentas de caballos, cuatrimotos, recorridos turísticos, deportes extremos, artesanías, conservas y quesos, en fin todo, claro menos un cine. Aparte de los restaurantes hay discotecas, bares y billares donde puedes divertirte sanamente.

La gente local, me refiero a todos los que habitamos aquí en el pueblo o en una de las comunidades aledañas, pertenecemos a una sociedad que gracias a el intercambio cultural se ha hecho cosmopolita. Los fuereños y los visitantes así como los que han emigrado al norte y vuelto a sus hogares, le han brindado a esta comunidad esa distinción de dejar de ser como los demás pueblitos, me refiero a comunidades cerradas que no les permiten la entrada a ideas no locales. Por esta causa, la verdadera magia de este pueblo, se trata de la gente, gente amistosa, servicial. Su amabilidad se contagia hacia los visitantes que quedan enamorados del paisaje y de la comunidad. Y muchos por eso han adquirido propiedades aquí, como yo lo hice para poco a poco integrarse en la sociedad. Si tienes qué aportar claro está, pero una vez que eres aceptado, la comunidad te adopta como uno de ellos. Eso me pasó a mí y a mi familia. Mis hijos acuden a las escuelas, mi madre cuenta con seguro social, yo trabajo como promotora turística y encuentro fascinante el explorar este pueblo a diario y descubrir todo lo nuevo, lo fascinante, lo bello, la historia y las leyendas de este lugar mágico.

Su amiga en Mazamitla PALOMA ARAU

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